Basado en el intento de aunar los saberes odontológicos en un proceso integrador para ofrecer a cada paciente las alternativas más adecuadas a cada caso con el fin de obtener la mejor solución posible. Ante una misma patología la “mejor solución” puede ser completamente distinta para cada paciente, sujeto final sobre el que recae nuestro acto terapéutico, y que siempre tendrá la última palabra en la decisión final del tratamiento a realizar. Paciente, patología y profesional odontológico interaccionan para obtener unos objetivos consensuados. Al paciente se le plantearán varias alternativas para alcanzarlos, estableciéndose finalmente un plan de tratamiento que consiste en la planificación de la labor práctica que se va a iniciar a continuación y cuyo fin último es la consecución de los mismos.